viernes, 9 de mayo de 2008

Kant y Hegel: Una preocupación por conocer


Para los autores a los que me dedicaré en seguida, era de importancia capital poder cimentar una base segura para toda especulación sobre el conocimiento. Se sabe pues que Kant le poner límites seguros a toda metafísica futura, y de esta manera estaba cerrando el paso a especulaciones acerca de temas que no han tenido solución, y además sólo han sido trabas para la filosofía. Me refiero a que al sacar Kant a los temas metafísicos, se aseguraba así que la filosofía avance y se convierta finalmente en lo anhelado por todos, es decir, que asume un papel de ciencia. Ya se veía venir este tipo de especulación desde Descartes, ya que éste al querer propulsar una mathesis universales quería que la metafísica se encuentre a la base de todo conocimiento, sin embargo le siguieron detractores y demás, que siempre lo contradecían o lo apoyaban, no obstante los temas que él había planteado son los que a través de toda la modernidad se van a repetir. Pues el sujeto como “yo” fue el inicio de toda especulación.

Kant parte de la misma idea racional acerca del yo, sin embargo como el mismo dice, será despertado de su sueño dogmático por Hume, ya que para Kant el conocimiento no puede ser independiente de toda sensibilidad. Es claro hasta este punto que Kant aparecería como el conciliador que puso fin a todas esas disputas acerca del origen de las ideas y del conocimiento. Sin embargo su especulación no sólo es conciliadora, es además una dirección segura a tomar para toda metafísica futura, es decir, le está poniendo un camino seguro al pensamiento.

De esta manera la crítica de la razón pura es en sí una teoría del conocimiento, ya que pone límites claros de lo qué y cómo conocer. Se sabe que el conocimiento sólo recae sobre los fenómenos, ya que a través del juego del entendimiento y la sensibilidad se aprehende el objeto dentro de la conciencia. Pues tanto sensibilidad como entendimiento aportan a la razón el material sobre el cual deba trabajar. Kant reconoce pues que para que este conocimiento se pueda lograr deben de haber en la mente condiciones a priori, y éstas deben ser sensibles, de esto concluye que son dos: el espacio y el tiempo. De manera que el entendimiento recibe dentro de sí el contenido ya en orden. No obstante Kant sólo aseguraba el conocimiento de fenómenos mas no de lo en sí de las cosas, y a éste en sí el denomino noúmeno. El en sí para Kant no podía ser objeto de conocimiento, porque en el libre juego de entendimiento y sensibilidad sólo se conoce el fenómeno. De esta manera se cierra el paso a toda especulación metafísica.

No se queda satisfecho Hegel con esta limitación especulativa, porque lo que quiere él es que la filosofía ya no sea amor a la sabiduría sino la sabiduría misma, es decir, él quiere posibilitar la aprehensión del en sí. Parte pues de su fenomenología del espíritu, desde la cual nos va mostrando todos los estadios por los que la conciencia tiene que pasar para que luego sea conciencia de sí misma (por eso la fenomenología es una introducción a su filosofía). Parte pues de lo más cercano, es decir de la percepción del mundo, que denomina espíritu subjetivo, luego esta conciencia sale fuera de sí y se vuelve espíritu objetivo; pero, habiendo superado todo lo anterior llega a convertirse en espíritu absoluto, es decir, el punto máximo desde el cual ya se puede avizorar una especulación que de cuenta de la totalidad. En este sentido el primer estadio del espíritu absoluto es el arte, en el cual el espíritu cae dentro de una representación e intuición sensible. Reconoce aquí Hegel al arte griego ya que para él este tipo de arte es el que mejor simboliza el paso del espíritu dentro de la manifestación artística. Pero el espíritu no es estanco, siempre se quiere elevar más, de esta manera el espíritu abandona el arte para convertirse en religión revelada, ya dentro de la religión revelada Hegel reconoce al Dios hecho hombre, ya es el espíritu que está más cerca; no obstante el espíritu se elevará más para convertirse finalmente en Filosofía. Cuando el espíritu absoluto se vuelve filosofía nos encontramos en lo más elevado, desde ahí se parte entonces la verdadera especulación filosófica. A este estadio primero Hegel denomina la lógica. A partir de la lógica empieza el conocimiento.

Un breve paréntesis que esclarezca la lógica para Kant y la lógica hegeliana: para Kant la lógica sigue siendo la misma desde Aristóteles, es decir, no ha avanzado ni ha retrocedido, ha sido sólo “el vestíbulo de las ciencias”, en ese sentido Kant no se ocupa tanto de ella; mientras que para Hegel la lógica es una metafísica que reconoce la lógica interna del paso del espíritu, es una ontología que reconoce el ser del ente. Este ente es entendido como histórico pues pertenece al paso del tiempo: toda verdad actual, diría Hegel, es la suma de las verdades anteriores que han sido absorbidas por esta última.

La lógica para Hegel es el plan divino de Dios antes de la creación de cualquier ente particular, es decir, es reconocer en la totalidad esa dialéctica interna que hace que el espíritu se manifieste, eso sí, como histórico. De esta manera para Hegel la verdad, al igual que la verdad de Parménides, es circular, es decir, se puede empezar desde cualquier punto y saber que pertenece a un todo ya estipulado, como al coger un punto al azar en un círculo se sabe pues que ese punto es igual a los demás, y en la totalidad pertenecen al círculo como un todo.

Por eso el espíritu ha ascendido desde su manifestación más directa para convertirse finalmente en absoluto, desde el cual es conciente de la totalidad y además puede explicar esa totalidad reconociendo cada manifestación particular como parte de un todo. De ahí que el diga que es el plan de Dios antes de la creación. Es pues reconocer el plano de la creación divina y saberse participante de una totalidad.



Kant nunca emprendió su sistema, mientras que Hegel lo completó y lo puso en marcha desde el paso del espíritu a través de la naturaleza. Kant siempre cerró la especulación acerca del en sí, mientras que para Hegel sí era posible aprehender ese en sí, que es finalmente el espíritu absoluto que le da paso a la lógica la cual fundamenta la enciclopedia que es la que puede explicar la totalidad, es pues una verdad circular. Kant siempre pensó que el conocimiento era sólo asintótico, es decir, se acercaría lo más posible a su objeto, pero no lo podía aprehender; Hegel superó este impedimento al asegurar el conocimiento del en sí y superarlo.

La lógica hegeliana es un sistema de la razón pura, como reino puro del pensamiento, es decir, es el reino del pensamiento que sabe y comprende la totalidad de lo existente, donde cada verdad es el resultado de las anteriores en un proceso dialéctico interno, así como en la primera triada del la lógica: la del ser, que por ser tan indeterminado e indeterminable es igual al no-ser (tesis y antítesis) pero ambos se encuentran en una verdad mutua pero superada que es el devenir (síntesis de las anteriores). De esta manera la lógica pretende explicar el dinamismo de las relaciones entre conceptos, por eso es el estudio de las categorías conceptuales.


Hegel coincide con Kant en conectar la idea con la razón, pero a diferencia de Kant, se resiste a traerla como un ente puro de la razón, como una mera concepción regulativa, carente de todo anclaje en la experiencia. Al contrario, la idea para Hegel es la totalidad del ser, enriquecida con todas las determinaciones que el desarrollo de la lógica le ha ido aportando. La idea es lo que las cosas en realidad son y, si las cosas singulares no llegan a alcanzarla, el defecto está en ellas y no está en la idea.

Hegel cierra así la metafísica, Kant quiso formular una metafísica futura que nunca podría llegar a conocer el en sí, Hegel superó esa fórmula con su lógica metafísica que pensaba a la filosofía en su historia. Cada paso superaba al anterior sintetizando en otro y así siguiendo una dialéctica interna; por eso para Hegel cualquier filosofía es la suma de todas las anteriores. En ese sentido el espíritu siempre estaría pensando todas las cosas, lo que nos recuerda al noesis noeseos (el pensamiento que se piensa a sí mismo) de Aristóteles.

Por eso los prolegómenos de Kant fueron sacados de la historia de la filosofía con la fórmula hegeliana del la lógica, la cual contiene la representación de Dios en la eternidad antes de la creación de la naturaleza. Por eso la lógica de Hegel se encarga del pensamiento de Dios, el cual para Kant estaba, de algún modo, vetado. El espíritu ha tenido que pasar por todas sus representaciones anteriores antes de convertirse en filosofía, ha tenido que salir de sí para perderse en la naturaleza y en la historia, para luego encontrase. Se trata pues de una lógica que sigue paso a paso el transcurrir del espíritu a través de la historia, no es una lógica abstracta, es una lógica que da respuestas al ser de los entes.

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