jueves, 9 de abril de 2009

Sócrates: La defensa de una vida


DATOS
-La corte de Sócrates fue de 500 personas. Además de estos había una gran audiencia para tan sonado caso, Platón entre ellos.-Aunque no es una reproducción palabra por palabra de su defensa, y de que sin duda hay en éste diálogo un deseo reivindicativo por parte de Platón, se lo considera fidedigno pues cuando se publicó las personas aún podían recordar el evento.-Es quizás la mejor visión del Sócrates histórico.-A diferencia de cualquier otro de los diálogos, Platón sí estuvo presente en este (34a1, 38b6). Los otros se dan cuando este era un niño, antes de que naciese, o se dan con nadie más que el interlocutor que da nombre al diálogo (Critón, Eutifrón).-La Apología escrita por Jenofonte confirma el carácter general de esta obra.-Se da en el marco de un rechazo general a los sofistas (Aristófanes lo considera como tal en la comedia Las Nubes), tanto por sus nuevas ideas como por su condición de líderes de opinión.-El acusador oficial es

Meleto, fanático religioso perfecto para la ocasión, pero todos sabían que el verdadero interesado era Ánito.-Schanz sostiene que los argumentos de Sócrates no ayudan ni a derogar ni a aminorar sus cargos, que es lo que cualquier persona que desee salir bien parado querría. De facto, hubiera obtenido mejores resultados si hubiese querido defenderse realmente.-Sócrates no estaba interesado en prolongar su vida, sino en llevarla de la mejor manera.-En Fedón 62c7 Sócrates nos dice que no abandonará la misión que dios le ha impuesto a menos que el mismo dios lo prefiriese.-El diálogo sólo se da si hay una persona o una audiencia con capacidad y ánimo de preguntar y seguir la conversación. No es este el caso de la Apología, sólo hay acusadores y los discursos de Sócrates.

I. PROEMIO (17a1 – 18a6)-Sócrates se disculpa por su torpe retórica y desconocimiento del sistema jurídico… lugares comunes en los discursos retóricos. Es más bien una muestra más de su ironía. Se siente extranjero (diferente) ante el jurado, ya que no ha acudido nunca ante los jurados y mucho menos como acusado.-El buen discurso de los acusadores al mentir. Lo llamaron hábil orador. No es cierto, sólo habla con justicia -se ajusta a la verdad-, cosa que los otros no hicieron.

II. PRIMER DISCURSO (18a7 – 19a7)-Se defiende de las antiguas acusaciones, más temibles que las nuevas por estar en el inconsciente colectivo. Estos muchos acusadores dijeron que es “hombre sabio” pero que es un filósofo de la naturaleza, un sofista.-Más difícil es defenderse de los acusadores anónimos (entre ellos Aristófanes) que de los nuevos, Ánito y los demás (partidarios del status quo).

III.1. DEFENSA CONTRA LOS VIEJOS ACUSADORES (19a8 – 24b2)-El prejuicio dice:

“Sócrates investiga las cosas del cielo y la tierra, hace parecer un argumento débil como fuerte y enseña a los jóvenes todas estas cosas”.-Sócrates no enseña nada ni cobra ningún dinero a nadie, como sí hacen los sofistas (por quienes siente respeto aunque no se cuente entre ellos), que venden su arte (techné - retórica)-El problema se inicio cuando a Querofonte, amigo de Sócrates, le fue dicho por el oráculo de Delfos que no había nadie más sabio que Sócrates.-Considerando que él mismo no sabía nada, Sócrates decidió investigar: interrogó a reputados estadistas, oradores, poetas y artesanos para comprobar su sabiduría.-Al probarles lo contrario, se hizo de muchos enemigos públicos.-Sócrates descubre que tales hombres poseen techné, saberes, pero no sabiduría base de esos saberes (no pueden dar cuenta de lo que hacen, logon didonai).

Además, no son concientes de su ignorancia. Aunque Sócrates no es sabio en esa sabiduría, tampoco es ignorante de esa ignorancia.-Sócrates descubre que él es más sabio en el hecho de saber que no sabe. Esto no es una sabiduría divina sino humana. Se hace conciente de su misión, esto de traduce en un giro en su vida.
-Conclusión: para el dios, la sabiduría humana es de muy poco valor y sabio es el que lo reconoce.-Sócrates siente que su misión es compartir este mínimo conocimiento, interrogando a las personas y haciéndoles ver y ser concientes de su ignorancia. Es un servicio al dios que le ha quitado tiempo para dedicarse a asuntos políticos o sociales y lo ha sumido en la pobreza.-Jóvenes con dinero están presentes en sus interrogatorios y van descubriendo lo mismo que él, es decir sobre la pretendida sabiduría de los que en la polis creen serlo. De ahí que se lo acuse de corruptor de la juventud.

III.2. DEFENSA CONTRA MELETO (24b3 – 24c9)-Las acusaciones son: (1) corromper a la juventud al (2) iniciarlos en una extraña religión (daimones, espíritus, relacionada quizás a misterios de la época).-Meleto es mencionado primero como el principal acusador. Puede que venga de una familia de poetas; de ahí su interés en defenderlos. De facto, era un fanático religioso.-Ánito, importante estadista demócrata de la época. Él defendía a estadistas y oradores, pues se consideraba uno. Fue parte del Acto de Olvido, amnistía de asuntos previos al mandato de Euclides (403 a.C.). La “corrupción de jóvenes” se debe a ideas antidemocráticas, pero justo este tipo de actividad era el que Ánito no podía menciona en corte.-Licón defendía a los artesanos, siendo él un orador.

III.3. INTERROGATORIO (24c9 – 28a1)-Meleto es interrogado sobre quiénes instruyen bien a los jóvenes. Él dice: los jueces, la audiencia, los senadores, y los asambleístas; esto es, todos los atenienses salvo Sócrates, el único corruptor.-Pero al criar caballos, son pocos los que saben cómo hacerlo adecuadamente.-Todos los hombres prefieren rodearse de buenos hombres pues así se evitan daños. Cómo entonces podría Sócrates pretender voluntariamente volver malos a los hombres que lo rodean.-Primero Sócrates se separa de Anáxagoras y las filosofías de la naturaleza que negaban a los dioses del Estado. Así refuerza la tesis del prejuicio en su contra.-

No tiene sentido decir que Sócrates no cree en los dioses del Estado, y a la vez que cree en ciertos demonios La acusación es una excusa mal formulada, termina como ateísmo. Pero si (1) su religiosidad es de daimones (espíritus) y (2) los daimones vienen de los dioses, (3) entonces no es cierto que no crea en los dioses. Ridículo para Meleto.-Todo el tiempo Meleto es casi forzado a responder. Incapacitado de hablar sobre el quid (razón) de la acusación, cosa que todos en la corte saben, sólo le queda el balbuceo.-Sócrates no pretende dar argumentos de peso, de ahí su carácter sofístico. Su intención es mostrar la falsedad de Meleto.

IV. LA MISIÓN DIVINA DE SÓCRATES (28a2 – 34b5)-Al hombre de mérito debe importarle no el peligro de muerte sino el vivir bien (buenas obras), como Aquiles quien, aun advertido por su madre, prefirió ir a Troya que salvar su vida.-Como un soldado al que se le ha dado una orden, Sócrates no dejará su puesto de interrogarse e interrogar a los demás. Eso sería desobedecer al dios.-Temer a la muerte es pensar que es el más grande de todos los males. Pero esto es pensar que se conoce lo que en realidad no se conoce, ya que nadie sabe qué viene después de esta, así que es absurdo temerle.-Lo que sí podemos saber es que no hay que hacer el mal, y es malo desobedecer al que es mejor que uno, sea hombre o dios.-Más malo que morir es no obedecer su destino: el de interrogarse a los demás, comprobando si estos en realidad están ocupándose de su alma (psykhé), en sabiduría (phrónesis) y en virtud (areté) (ambos inseparables, son lo mismo). Este cuidado del alma es la principal tarea del hombre para Sócrates, como lo testifican Platón e Isócrates.-De la virtud vienen los bienes materiales, y no al revés.-Sócrates, que sea autoproclama ignorante, sabe no pocas cosas: (1) que es virtuoso, (2) que el dios le es favorable, (3) que el dios el tiene una misión, (4) que hay que obedecer a los que son mejores que uno, (5) que hay definiciones que responden al qué es. Esta certezas son saberes prácticos, de inspiración divina, pero no es capaz de dar cuenta de ellos.-Sócrates es un regalo del dios. Matarlo es realmente en detrimento de la virtud en las personas y en la polis. Si se defiende, no es por temor a la muerte, sino porque lo considera lo mejor para la polis.-Sócrates realiza su misión en privado, no sigue la vía pública ni política.
De hacerlo ya hubiese sido condenado mucho antes, pues la justicia no es bien vista en los sectores políticos. Su daimon le advierte de hacer esto.-El daimon, espíritu humano y divino ubicado entre la exterioridad del oráculo y la interioridad del alma. Se le manifiesta como una voz que lo acompaña desde niño.-El daimon (1) tiene carácter negativo, prohibitivo ante una decisión y (2) se anticipa a consecuencias mas no da razón ni juicios. Su praxis es buena, aunque no sea capaz de dar razón.

En la ética, el discurso racional, inferencial universal no lo es todo.-En última instancia, no es el daimon sino el dios, quien tendría primacía.-Sócrates da como ejemplo de dos veces en las que se vinculó al sector público (siendo su deber como ciudadano hacerlo) y en las que prefirió poner en riesgo su libertad y seguridad antes de (1) desobedecer las leyes y (2) ser injusto.-Los ejemplos de Sócrates muestran su conciencia de que las palabras son vanas si no van acompañadas de acción. Su temeridad al acusar el sistema cara a cara es otra prueba.-Si los jóvenes lo siguen es porque les resulta interesante ver a los hombres reputados (personajes ilustres) siendo interrogados, comprobando así su verdadera ignorancia. Ninguno de los jóvenes se ha quejado de verlo seguir su divina misión.

V. EPÍLOGO

(34b6 – 35d8)-Sócrates elige no hacer la petición ad misericordiam que solía hacerse en estos casos, pues no lo considera ni honorable ni justo ni piadoso.

VI. SEGUNDO DISCURSO (35e1 – 38b9)-Sócrates es declarado culpable por corto margen (280 contra 220 votos). Aunque su civismo sea sospechoso, se lo reconoce como sabio y buen soldado y ciudadano.-Por ser un caso en el que la pena no está legislada, depende de la corte elegirla dentro de las opciones que la fiscalía y la defensa proponía. La fiscalía solía pedir sanciones muy severas para asegurarse de que el acusado sea castigado o al menos se vea obligado a negociar su castigo. La defensa pedía castigos no tan suaves como para que sean factibles de ser elegidos.

Sócrates no estaba dispuesto a tranzar.-Meleto pidió pena de muerte. Para poder negociar, Sócrates debía aceptar su culpabilidad.-Por haberse dedicado al cuidado del alma y no al de los bienes materiales, tanto su alma como la de los demás, Sócrates considera que se merece algo bueno.-Su premio debía ser, dice Sócrates, ser alimentado en el Pritaneo, junto a los benefactores de la polis. Sólo que los vencedores de Olimpiadas los hace parecer felices, mientras que Sócrates los hace felices en verdad (vía cuidado del alma).-Sócrates estaba convencido de no merecer castigo alguno. No deseo la cárcel, no puede pagar una fianza, sabe que una situación análoga se dará si es exiliado a otra polis.-El silencio está fuera de la cuestión: su deber con el dios es inevitable

.VII. TERCER DISCURSO (38c1 - 42 a5)-El resultado pasó a ser de 300 contra 200, según Diógenes Laercio.-A sus verdugos les dice que mucho más fácil es escapar de la muerte que de la maldad. A Sócrates la primera la ha alcanzado esta vez, pero la segunda ha alcanzado a sus verdugos.-Su maldad será juzgada y castigada por los más jóvenes, ya que la forma de enmendar una mala acción no es conseguir un chivo expiatorio, sino hacerse lo más buenos posible.-Que sus hijos sean castigados por los jueces de preocuparse más por los bienes materiales que por la virtud.-A los que le fueron fieles les dice que durante todo esto, el daimon no ha detenido ninguna palabra o acción de Sócrates en ningún momento, lo cual significa que la muerte es un buen resultado y no debe ser temida.-Quien obedece al dios no recibe males por ello, aunque eso parezca desde la perspectiva humana.-Sea un sueño ininterrumpido (creencia común como en Homero), sea una nueva forma de vida (misterios religiosos a los que Alcibíades y otros amigos de Sócrates se vincularon) en la que pueda departir con los héroes y poetas de ataño.-Si es él o sus verdugos los que han de recibir bienes, sólo el dios lo sabe.

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