Anaxímenes
Perteneció también a la escuela de Mileto, fue discípulo de Anaximandro, pero las especulaciones de Anaxímenes tenían un fundamento más sólido, ya que explicaba cómo las cosas se transformaban a partir de su principio.
El Principio
El aire (aêr) dice Hipólito sobre Anaxímenes “Del aire proceden todas las cosas que son, que han sido y que serán, los dioses y las cosas divinas”. Surge una interpretación con relación a Anaximadro, que sugeriría un retroceso con respecto de la abstracción del apeiron, sin embargo en Anaxímenes encontramos una explicación de cómo el principio (arché) se convierte en todas las demás cosas, objeto, que no logra explicar Anaximadro.
Hay que recordar aquí que en la época de Anaxímenes el aêr no sólo significa aire, sino también vapor, nube, niebla, bruma. Es decir toda sustancia invisible que nos rodea, como interpreta Guthrie, además como sustrato invisible que toma existencia por acción del calor o del frío.
El aire y el alma:
La sentencia de Anaxímenes es calara al comparar o análogar el alma como Phyché[1] que en su sentido primigenio significa aliento vital, y el pneuma que también significa aliento; no obstante la analogía viene en el sentido de que así como el alma anima al cuerpo en el hombre, así también anima el pneuma como aire al mundo; es decir, estamos equiparando el microcosmo y el macrocosmos según un principio común que sería el del aire como soplo vital en ambos.
Cosmogonía
Cuando el aire se comprime o condensa surge en primer lugar la Tierra y luego a partir de ella el Sol, la Luna, y las estrellas. El Sol no es más que tierra, pero alcanza calor por su rápido movimiento. Así también se aprecia el peso de la mitología, por ejemplo en Hesíodo la tierra es anterior a todos los demás astros. Las estrellas se forman (DK A7)
Al exhalar la tierra vapor húmedo el cual al rarificarse se vuelve fuego, del que están hechos los cuerpos celestes. La tierra está sostenida sobre el aire, sirve a manera de tapa, para que el aire no se escape (Aristóteles de Caelo 294b).
Cosmología
Los astros son como hojas flotando sobre el aire; es por lo elevado de algunas montañas y porque el Sol y los astros se alejan de noche más que durante el día, que por la noche están ocultos ante nuestra vista. Los eclipses, dice Anaxímenes, son ocultaciones de astros por otros más luminosos.
Meteorología y transformaciones parciales del aire:
Perteneció también a la escuela de Mileto, fue discípulo de Anaximandro, pero las especulaciones de Anaxímenes tenían un fundamento más sólido, ya que explicaba cómo las cosas se transformaban a partir de su principio.
El Principio
El aire (aêr) dice Hipólito sobre Anaxímenes “Del aire proceden todas las cosas que son, que han sido y que serán, los dioses y las cosas divinas”. Surge una interpretación con relación a Anaximadro, que sugeriría un retroceso con respecto de la abstracción del apeiron, sin embargo en Anaxímenes encontramos una explicación de cómo el principio (arché) se convierte en todas las demás cosas, objeto, que no logra explicar Anaximadro.
Hay que recordar aquí que en la época de Anaxímenes el aêr no sólo significa aire, sino también vapor, nube, niebla, bruma. Es decir toda sustancia invisible que nos rodea, como interpreta Guthrie, además como sustrato invisible que toma existencia por acción del calor o del frío.
El aire y el alma:
La sentencia de Anaxímenes es calara al comparar o análogar el alma como Phyché[1] que en su sentido primigenio significa aliento vital, y el pneuma que también significa aliento; no obstante la analogía viene en el sentido de que así como el alma anima al cuerpo en el hombre, así también anima el pneuma como aire al mundo; es decir, estamos equiparando el microcosmo y el macrocosmos según un principio común que sería el del aire como soplo vital en ambos.
Cosmogonía
Cuando el aire se comprime o condensa surge en primer lugar la Tierra y luego a partir de ella el Sol, la Luna, y las estrellas. El Sol no es más que tierra, pero alcanza calor por su rápido movimiento. Así también se aprecia el peso de la mitología, por ejemplo en Hesíodo la tierra es anterior a todos los demás astros. Las estrellas se forman (DK A7)
Al exhalar la tierra vapor húmedo el cual al rarificarse se vuelve fuego, del que están hechos los cuerpos celestes. La tierra está sostenida sobre el aire, sirve a manera de tapa, para que el aire no se escape (Aristóteles de Caelo 294b).
Cosmología
Los astros son como hojas flotando sobre el aire; es por lo elevado de algunas montañas y porque el Sol y los astros se alejan de noche más que durante el día, que por la noche están ocultos ante nuestra vista. Los eclipses, dice Anaxímenes, son ocultaciones de astros por otros más luminosos.
Meteorología y transformaciones parciales del aire:
El aire moviéndose rápidamente como viento sufre ya una cierta condensación que al aumentar produce el granizo y nieve, en cambio cuando al cuajar encierra algo de aire. Trueno y relámpago son el resultado del desgarramiento de una nube por la fuerza del viento. El arco Iris no es la radiante diosa Iris, sino un efecto de los rayos del sol sobre aire muy condensado. Los terremotos ocurren porque la tierra se va secando o bien se ha humedecido en exceso por obra de las lluvias. Sabemos hasta aquí que el aire es la sustancia primordial para Anaxímenes, pero su triunfo sobre los milesios anteriores versa en que explica cómo a partir del aire se dan las demás cosas, por dos fenómenos que ocurren en el aire, el primero por rarefacción, así, el aire al rarificarse se convierte en fuego; al condensarse el aire pasa a ser vapor, el vapor al condensarse pasa a ser agua, el agua al condensarse pasa a ser hielo, el hielo al condensarse pasa a ser tierra; así tenemos la secuencia fuego-aire –agua- tierra, es decir se han obtenido los cuatro elementos. Se ha escogido al aire por su similitud con el alma, y por ser un indeterminado como cuerpo transparente que pasa a su mostración al provocarse tanto la rarefacción como la condensación sobre él. No sólo Anaxímenes ha mencionado el principio, sino que ese principio es el origen de todas las demás cosas, ya que el agua es demasiado determinada, mientras que el aire posee más características, además mantiene el alma cohesionada.
[1] “Así como nuestra alma que es aire, nos sostiene, así el soplo y el aire rodean el mundo entero” DK B2
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