Una breve revisión de los discursos sobre el amor del Banquete de Platón, especialmente el de Erixímaco y el de Sócrates-Diótima se enuncian sobre el amor como uniendo los contrarios, en Erixímaco la unidad que establece el amor lo hará desde un nivel plenamente físico, mientras que en Sócrates éste Eros lo efectua desde un nivel plenamente Metafísico, en el sentido pleno de esta palabra, es decir, desde atrás de lo sensible, dando un sentido pleno a las cosas siendo en unidad.
Eso lo explica Paula Phillipson en el contexto helénico, ya que en todas las diviniades griegas se encuentra latente el sentido de los contrarios siendo en una misma figura, en este caso en el de la figura divina, por ejemplo en Apolo tenemos la dulce Lira, mientras que al lado se encuentra un amenazador arco con flechas que estás prestas a dispararse, así también Artemisa la diosa virgen protectora de las parturientas.
Para efectos de este pequeño análisis veamos que una unidad de contrarios nos remite a pensar bipolarmente, reconociendo un contrario en cada imagen, pero de este modo vemos que lo que es tiene que reconocer una vía negativa, el no-ser, que debe explicar el ser siendo. Rescatemos entonces que lo que no existe (no-ser) debe participar del mismo ser para que el ser sea. Anuncio una próxima publicación para revisar como atiende este problema Aritóteles.
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